Salvavidas roto

Tú que fuiste salvavidas
dejaste que lo nuestro se ahogara,
yo también me ahogué,
pero tú parecías ilesa.

El agua inundó mis pulmones
y no podía respirar,
yo me seguía hundiendo
pero tú ya no estabas.

Declaración de amor propio


A ratos me reconozco en el espejo,
me miro a los ojos
y me digo que en el fondo
no lo estoy haciendo tan mal.
Luego me sorprendo acariciando mis complejos,
llenando mis vacíos de rosas
y dándome espacio para crecer.