Tú que fuiste salvavidas
dejaste que lo nuestro se ahogara,
yo también me ahogué,
pero tú parecías ilesa.
El agua inundó mis pulmones
y no podía respirar,
yo me seguía hundiendo
pero tú ya no estabas.
Me costó inviernos enteros
nadar hacía la superficie,
salir a flote
y vaciarme por dentro.
Me faltaban tus huellas
y me sobraba culpa;
te habías ido,
tú no volverías.
Estaba deshidratada,
magullada,
sola
y sin ti.
Contigo te llevaste las promesas,
quemaste todas mis fotos
y ahora solo soy un fantasma
que has olvidado.
En un acto de rebeldía
lanzaste al agua una botella de cristal
repleta de nuestros recuerdos,
y ya no te pertenecen.
Tú me quisiste arrancar de tus adentros
pero a mi me gusta recordar de donde vengo,
donde fui feliz
y a donde no quiero volver.
Que manera más dolorosa tienes
de quitarte de encima
todo lo que un día
dibujaba sonrisas en tu piel.
Me hizo tan bien leer este bello poema. Te felicito x tanto talento. Saludos @mar.danesa
ResponderEliminarme alegro mucho de que te haya gustado!! gracias por comentar... saludos!! :)
EliminarEres increíble, no me canso de repetirlo, recuerda, quien no lo valore, no merece estar en tu vida... sin más...
ResponderEliminarMereces lo mejor... un besazo mi niña
lo recordaré... gracias, te quiero <3
Eliminar